Mil disculpas son pocas, hace varias semanas os dije que subiría al blog la receta de estos panecillos de calabaza y chocolate que tanto os han gustado, pues bien, entre el trabajo, lo cansada que he estado, el poco ánimo y no se cuantas cosas más, me he olvidado por completo de contaros como hice los panecillos de calabaza y chocolate.
No perdamos más tiempo y vamos con la receta que ya estaréis impacientes...
Ingredientes:
300 gr. de harina de fuerza
100 gr. de harina de repostería
250 gr. de calabaza cocida y triturada
90 gr. de leche entera
60 gr. de azúcar moreno
35 gr. de mantequilla fundida
pizca de sal
ralladura de una naranja
14 gr. de levadura fresca
o
5 gr. de levadura seca
Chocolate negro para el relleno
un huevo para pintar la masa
miel
hilo para cocinar o bramante
aceite de oliva
Comenzamos poniendo todos los ingredientes para la masa en un bol y mezclamos. Yo lo hice con un robot de cocina, en nos 5 minutos o quizá menos están todos los ingredientes mezclados.
Una vez lo hayamos mezclado sacamos la masa y la ponemos encima de la mesa de trabajo limpia y sin harina. Comenzamos el proceso de amasado como poco 10 minutos; veréis que al principio la masa está muy pegajosa, pero poco a poco irá tomando cuerpo y veremos que es más elástica. Aconsejan hacer el amasado francés, en este enlace nos explican muy bien como hacerlo.
Una vez tengamos la masa correctamente amasada y veamos que está lisa, brillante y elástica hacemos una bola la colocamos en un bol grande, le ponemos papel film y la dejamos fermentar unas dos horas a temperatura ambiente hasta que doble su volumen.
Cuando la masa haya terminado de fermentar la desgasificamos ( para ello haremos un amasado ligero de 1 minuto) y la cortamos en porciones de 70 gr. aproximadamente, las colocamos sobre papel vegetal y las dejamos reposar 10 minutos.
Mientras tanto cortamos el hilo (lo suficientemente largo como para hacer varios atados a la masa y hacer el efecto de calabaza) y lo untamos con aceite de oliva. Aprovechamos también para trocear el chocolate negro.
Cogemos una porción de masa y la extendemos ligeramente, le ponemos un trocito de chocolate negro y la cerramos haciendo una pelota. Dejamos el cierre hacia abajo.
Atamos la bola de masa con el hilo bramante haciendo ligeros surcos no demasiado apretado, daros cuenta que la masa necesita otro levado y ahí ya quedará marcada haciendo el efecto calabaza que os comentaba anteriormente.
Vamos colocando los panecillos sobre el papel vegetal que habremos puesto sobre la bandeja de horno, los vamos pintando con el huevo batido intentando no tocar el hilo. Dejaremos fermentar por segunda vez hasta que doble su volumen, serán unos 90 minutos aproximadamente.
Precalentamos el horno a 200º C.
Pasado el tiempo de la fermentación, bajamos la temperatura del horno a 180º C, pintamos de nuevo con huevo batido los panecillos y los horneamos durante 12 o 15 minutos. Siempre vigilando, cada horno es diferente y las temperaturas varían.
Una vez estén horneados los sacamos del horno y los colocamos sobre una rejilla para que se enfríen, pero antes de que se enfríen del todo los pintamos con miel diluida en agua, quedarán dulces y brillantes como veis en la imagen.
Cuando estén templados, quitaremos el hilo bramante con cuidado de no romper los panecillos.
Si cortáis el hilo en la parte superior y la inferior, saldrá prácticamente solo.
Me encantó la receta al verla en "dulce tradicçión", repostería francesa.
Cogemos una porción de masa y la extendemos ligeramente, le ponemos un trocito de chocolate negro y la cerramos haciendo una pelota. Dejamos el cierre hacia abajo.
Atamos la bola de masa con el hilo bramante haciendo ligeros surcos no demasiado apretado, daros cuenta que la masa necesita otro levado y ahí ya quedará marcada haciendo el efecto calabaza que os comentaba anteriormente.
Vamos colocando los panecillos sobre el papel vegetal que habremos puesto sobre la bandeja de horno, los vamos pintando con el huevo batido intentando no tocar el hilo. Dejaremos fermentar por segunda vez hasta que doble su volumen, serán unos 90 minutos aproximadamente.
Precalentamos el horno a 200º C.
Pasado el tiempo de la fermentación, bajamos la temperatura del horno a 180º C, pintamos de nuevo con huevo batido los panecillos y los horneamos durante 12 o 15 minutos. Siempre vigilando, cada horno es diferente y las temperaturas varían.
Una vez estén horneados los sacamos del horno y los colocamos sobre una rejilla para que se enfríen, pero antes de que se enfríen del todo los pintamos con miel diluida en agua, quedarán dulces y brillantes como veis en la imagen.
Cuando estén templados, quitaremos el hilo bramante con cuidado de no romper los panecillos.
Si cortáis el hilo en la parte superior y la inferior, saldrá prácticamente solo.
Me encantó la receta al verla en "dulce tradicçión", repostería francesa.
¡¡¡ Que lo disfrutéis!!!
Ann
Ann